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PAINKILLER: OVERDOSE
Compañia: Mindware Studios
Distribucion: DreamCatcher Interactive
www.projectoverdose.com
Plataforma: PC

Han pasado mas de tres años desde que el Painkiller apareció en nuestras pantallas, y se ve que no han evolucionado para nada. Y saben qué?, agradezco a los dioses por ello! No hay muchos desarrolladores que se hayan molestado en crear shooters a la vieja escuela, por eso es buenísimo poder acribillar bichos en este expansión llamada Painkiller: Overdose.
Todos los atributos de diseño del primero están de vuelta por mas, incluyendo monstruos que parecen salidos de los discos de Iron Maiden, así como armas que tranquilamente podrían estar en una sala de torturas. Sólo algunas dificultades técnicas y esa sensación de deja vú podrían interferir con un sangriento buen momento.

Si ya jugaste el original Painkiller, ya sabes de que viene la cosa. En este caso, sos una criatura mitad ángel, mitad demonio llamada Belial en lugar del chabón que busca a su mujer, pero aun así, esta criatura mística manda chistes a los Serious Sam. El tipo dice cosas como “Sabe a pollo” cuando se chupa un alma, canta “Dum-dum-dum! Another one bites the dust!” de Queen cuando mata a alguien e incluso comenta “tengo arena en la bragueta” cuando entra al nivel de Egipto, lo que se dice un tipo serio.

Mientras que los zombis, esqueletos, robots, demonios de fuego y demás deudos se ven genial, son muy predecibles. Y tan pronto como empezás un nivel, ya te das una idea de los que viene.
Claro que ser predecible es uno de los puntos del juego. Como cualquier juego de primera persona desde el Wolfenstein 3D. Caminas hacia una habitación, valle o cueva estilo Halloween. Una puerta se cierra a tus espaldas. La música sube. Varias docenas de bichos feos aparecen en una nube de azufre. El descontrol empieza. Repetimos esto una docena de horas. Fin. Todo como en el primero, por supuesto sigue la habilidad de tragarse las almas de los enemigos, las cartas de tarot para obtener poderes. Y como olvidarlo, la música thrash metal de los anteriores, fue reemplazada por una mezcla de Apocalíptica y DJ Deró que bueno, mejor no hablar de ciertas cosas.

Así como fue en el primer juego, los niveles son una mezcla. Se supone que estas luchando en el purgatorio. Entonces, vas a estar en la antigua Roma en llamas, matando gladiadores fantasma y cíclopes; una aldea japonesa llena de ninjas y geishas asesinas; un desierto egipcio con (obvio) momias, escarabajos y al dios Anubis volando por aquí y por allá, pero tampoco es que se rompieron el coco creando cosas.
Al menos se ve muy bien, en promedio, diríamos que el arte es increíble, salvo algún detalle de efectos en los relámpagos.
Un punto en contra es la posibilidad de jugarlo online, pues los mapas son diminutos, para compensar el pobre motor de juego en áreas grandes. Y como para recordar las viejas épocas, tenemos los mismos problemas de los tiempos de carga, largos, largos, laaaargos. Si tenemos en cuenta que, incluso con los quick save, toma al menos un minuto cargar y que te matan bastante seguido, bueno, tomémoslo con calma.

Dicen los que saben que podés sentir las neuronas muriéndose cuando jugás Painkiller: Overdose, pero es incuestionable la diversión pura y simple que te brinda. A pesar de los largos tiempos de carga, que te pueden cabrear mas que los bichos de los distintos niveles. Y es un buen recordatorio para todos esos nuevos FPS que con sus complejas historias super épicas están tirando a la basura a este rubro en los videogames, ya que a veces olvidan la diversión de dispararle a un feo mostro en la cara.


GUITAR HERO III
Compañia: Neversoft Entertainment
Distribucion: RedOctane / Activision
www.guitarhero.com
Plataforma: PC PS3 X360 MOBILE WII MAC

Siempre se tienen dudas ante segundas y/o terceras partes de un juego. En este caso, Guitar Hero III cumple y con creces. El sistema de juego no ha cambiado en nada, mas allá de algún detallito, y la lista de temas disponible es, por lejos, la mejor de la serie.

No vamos a extendernos en contarte como se juega el Guitar Hero si nunca jugaste antes. A grandes rasgos, controlas una guitarra con cinco botones y la palanca. Las notas aparecen en la pantalla, apretas los botones correspondientes y sale la música. Y en GH III vas a rockear con una serie de canciones que no está en ningún otro juego de los del rubro simuladores de música, pero el rock clásico lo tenés con Santana y su “Black Magic Woman”, “Paint it Black” de los Stones. Algo altenativo con los Smashing Pumpkins y su “Cherub Rock”, “Suck My Kiss” de los Red Hot, y por darte nombres, te vas a encontrar con: Pearl Jam, Kiss, Slayer, Alice Cooper, Iron Maiden, The Killers, Metallica, Héroes del Silencio (¿?), Sex Pistols y un largo etcétera. Supera fácilmente en calidad a la bosta que había en el GH II.

Los niveles de dificultad son bastante diferentes (muy bastante), pues los dos primeros, easy y medium no te dan demasiados problemas y son un buen punto de arranque para tomarle el gusto a la cosa. Ahora bien, con hard y expert, bueno, comprate dedos nuevos, sobre todo con temas de Slayer y Dragonlance, la dificultad trepa a niveles brutales. Pero mas allá del dolor de dedos, el juego tiene montones de diversión para dar.
En el modo carrera, vas a ver que es igual a los anteriores. Tenés escenarios donde vas a ir tocando las canciones, la gente te va a pedir bises y si lo haces bien, vas a desbloquear el siguiente escenario.
Además, tenemos la opción de jugar cooperativo con un amigo, tocando guitarra y bajo.
Un punto mas para agregar es que tenes que enfrentarte a “jefes” en algunos niveles. En algunos escenarios apareceran guitarristas que creo que te pueden sonar: la leyenda de Guns N' Roses/Velvet Revolver Slash, y el Tom Morello de Rage Against the Machine/Audioslave. Ahí tendras que demostrar todo lo que sabés.
Para los países desarrollados, con acceso a Internet desde sus consolas, está la posibilidad de jugar en modo batalla con otros locos de la guitarra de otras partes del mundo. Imagino que este debe ser uno de los puntos mas interesantes del juego, pero todavía estamos muy lejos de estas tecnologías J.

Muchos chivos publicitarios, pocos detalles visuales, demasiadas restricciones para decidir vestuarios, pocos modos de juego y un nivel de dificultad un poco demasiado alto, podrían hacer que uno le esquive a este juego al principio.
Pero aun así, ninguno de ellos es suficiente como para sacarle a GH III la adictividad (si, si, no existe esa palabra, pero si Belen Francese lo hace...). Además la lista de temas es infernal pero el sistema de juego es lo que te va a llevar hasta el final. Seguro que la dificultad es un problema, pero el juego no pierde nunca la sensación de “una mas y no jodemos mas”. Cuando lo empieces a jugar, te vas a enganchar por horas. Definitivamente podría hacerte sentir que sos en realidad un héroe de la guitarra.